sábado, 28 de julio de 2012

AMOR Y DOLOR COMPARTIDO.

Hace 10 años y 2 meses estando en la trópical y húmeda ciudad de San José del Guaviare, mi esposa de nombre Irma recibió a las 6.30 minutos de la tarde de un día Jueves una llamada telefónica donde una sobrina le dijo sin reparo que la suegra mia acababa de fallecer de un paro respiratorio en la bella y nostálgica ciudad porteña de Buenaventura, principal puerto del departamento del Valle y del territorio colombiano..Hubo un silencio mortal, lágrimas y dolor por parte de los esposos que aún no esperaban este deceso repentino. Por la caida de la tarde y en estos lejanos parajes distantes nos tocó en medio del dolor y el mudo silencio de los cuerpos esperar unas horas para ir a despedir el féretro de mi querida suegra Ana Josefa.

Saqué mi vehiculo a las 4.00 de la mañana aún oscura la noche y entreabierto el amanecer del dia Viernes tratando de consolar el alma adolorida de mi Irma querida hicimos una oración al Todopoderoso Señor de las Alturas e iniciamos un viaje a la lontananza del nuevo día, llegamos a un poblado del Meta llamado Fuente de Oro a las 8.00 AM tenía deseos de un refrescante tinto para templar los nervios y seguir adelante, aún mi esposa en su silencio no tomaba absolutamente nada, su estómago desde el día anterior no contenía nada de alimentos. Continuamos la ruta sin otro pensamiento que llegar a Buenaventura.  Pasamos Bogotá hice una llamada a mis hermanos que viven allá y continuamos el viaje, llegamos a Cali  a las 5.00 de la mañana del día sábado despues de haber hecho mil peripecias para pasar las enormes tractomulas en el alto de la línea entre Calarcá y Armenia, estábamos a escasas 2 horas al ritmo que llevaba de encontrarme con el cuerpo inerte de quien le había dado la vida a ese ser hermoso que me acompañaba desde hace más de 17 largos años y era mi compañera quien no había hecho otra cosa que llorar su dolor en todo el viaje. Salimos por unos segundos del vehiculo a distensionar las piernas y respirar el aire cálido del Valle,compré agua en botella y arrancamos nuevamente, ya mi negra linda estaba mas serena pero no decía palabra alguna; la salida para el puerto no la conocía aunque llevaba la guia turística de las rutas colombianas pero aún asi nos perdimos de la ruta pero entre preguntas y preguntas logramos ubicar la ruta, una salida complicada por  el tráfico vehicular, estaban iniciando en Cali  las anuales fietas de la caña de azucar se escuchaba por doquier la canción de Cali Ají, había cabalgatas y bellas mujeres caleñas con sus rostros alegres y sonrientes, nunca imaginaron el dolor que llevabamos por dentro pero no dejaba yo de mirar de soslayo la grandeza y hermosura de sus festejos, al fín salimos de ese bullicio carnavalezco y cojimos ya la ruta deseada, rumbo al Puerto occidental del Pacífico, eran ya la 6.00 de la mañana, el sol iniciaba su calentamiento y entregaba sus rayos de luz al nuevo dia.

Llegamos a un lugar muy especial donde paran casi que obligados todos los vehiculos pesados y livianos que vienen y van al puerto de Buenaventura denominado Lobo Guerrero, casi exhausto y adolorido del cuello bajé a comprar algo de comer pues el lugar es especial para comidas rápidas sabrosas y aseadas, compre unas maltas y unas carnes en trozos, super deliciosas, casi que a la fuerza mi negrita linda comio unos trocitos de carne y una pony malta, muy deliciosa carne; descansamos unos 20 minutos por reloj y mi amor se quedó como en sopor pero despierta y muy somnolienta, me tomé un trago de aguardiente doble del Valle y continuamos el viaje, ya parecía que estabamos oliendo el mar, se sentía fresco el dia, eran las 8,27 minutos de la mañana. Al fín estamos en Buenaventura, mi suegra reposaba en su ataúd caoba y alrededor de él 4 grandes velones un crucifijo de bronce y multitud de ramos de flores, mucha familia y sus hijos varones con los ojos casi llorosos recibieron en silencio a mi Irma, ella se dirigio sin decir palabra al feretro abrio la ventanilla y le tomó de la mano y lloró en silencio, yo hice lo mismo sin que nadie notara mi llanto, sufría por mi negrita y sentí en mi carne y en mi mente el sufrimiento de ella, yo ya había sentido 10 años atrás el mismo dolor que nunca se puede descifrar...me tranquilicé por el llanto que derramó, mi negra tambien sintio descanso, empezó a recordar muchas cosas de su infancia, lugares, anécdotas de ella con su madre etc, etc, toda la tarde y la noche pasamos en la funeraria al lado del cuerpo inerte y sereno de mi viejita Ana Josefa.

 Dia Domingo: En medio de una gran  multitud de personas todas desconocidas para mi, pero queridas y muy respetuosas, todas vestidas de negro y blanco, rostros enjutos de sufrimiento y dolor unos eran familiares, otros amigos y amigas, parientes venidos de lejos y otros vecinos y vecinas del Barrio Nayita donde nacio mi esposa, ese lindo, humilde y respetado barrio donde mi suegra dio a luz a una linda negrita de color canela y rostro de muñeca un 29 de Diciembre el año queda reservado para este caso, niña de sentimientos y valores ya perdidos en las mujeres de otras nuevas épocas, valores daos en enseñanza por sus padres, un padre rígido y blanco paisa de orígen y buen trabajador, constructor de profesión y oficio quien construyó según sé la mayor parte de los edificios y residencias del sector cercano a Nayita, este barrio vió crecer a mi Irma adorada, ella lleva el sabor, el calor y color de sus gentes pero siempre estuvo rodeada de sus muñecas y no de sus amigas pues estas no eran bienvenidas por el padre a su casa, Mi negra crecio callada y sabia, trabajadora y franca, siempre escuchó los consejos y experiencias  de su madre y los valores morales de su padre, de ella me enamoré hace ya 17 años y medio, en esa mujer encontré el verdadero amor y el verdadero dolor, dolor que alivia mis penas pasadas y que sirven de encomio para los años que vienen. Te despedí mi adorada Judith en el Valle de Atríz, siendo mi maestra y la madre que me diste la vida; y te despedí Ana Josefa dándote las gracias por haber parido una hembra tan hermosa con su cabello ensortijado azabache, que da calor en mi cuerpo y enciende la llama de mi vida por siempre hasta que volvamos otro día a encontrarnos todos juntos...Ya se fueron mis madres y tambien mis consejeras..Hasta luego...